SEÑALES DEL MAR
En estas fotografías, el mar está y no está. Está, omnipresente, porque Zahara es el mar. Pero solo en dos de ellas podemos verlo, y, en una, detenido por las manos del viento. Y no está: se acaba de retirar o está a punto de llegar, y ha dejado señales en la arena: la barca varada, huellas caprichosas, pequeñas rocas esperando que vuelva y se lleve de nuevo la barca a la mar, borre las huellas, cubra las rocas.
Estos instantes, los que median entre la creación y la destrucción, entre la vida y la muerte, son los que se detienen aquí. Diecinueve instantes suspendidos en el tiempo, pulidos, silenciosos, congelados, esperando la marea que volverá a iniciar otro ciclo de retirada y huida, a dejar otra vez señales de su paso aunque ese día, algún día, ya no podamos verlas.
Por eso, mientras puedas, míralas: señales del mar.
José Luis Insausti Catón